Sus gafas sobre la mesa, para Mar Bescós
Y se abre el cielo. Se calienta un poco la tierra. Avanzamos por el camino. La puerta estaba abierta.
Y se habla y se llora y me contengo y me impregno. Y sigo aprendiendo.
Encuentra las gafas, las usa y las deja sobre la mesa. Y me da la sensación por un momento de que las gafas lloran silenciosas viendo su luz y la ventana.
Y ahora sí, el sillón está vacío. Se llena la iglesia y se abre la tierra y los cipreses acarician el cielo.
Y sigo conteniendo el llanto.
…
Y recuerdo una de las primeras veces al verla entrar y sentir cómo se llenaba el espacio, cómo irradiaba a la vez que...