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Sus gafas sobre la mesa, para Mar Bescós

Y se abre el cielo. Se calienta un poco la tierra. Avanzamos por el camino. La puerta estaba abierta. Y se habla y se llora y me contengo y me impregno. Y sigo aprendiendo. Encuentra las gafas, las usa y las deja sobre la mesa. Y me da la sensación por un momento de que las gafas lloran silenciosas viendo su luz y la ventana. Y ahora sí, el sillón está vacío. Se llena la iglesia y se abre la tierra y los cipreses acarician el cielo. Y sigo conteniendo el llanto. … Y recuerdo una de las primeras veces al verla entrar y sentir cómo se llenaba el espacio, cómo irradiaba a la vez que...

La fuente de Acumuer, para Javi Hernández

Descalzarse para acompañar siempre es buena idea. Te permite amplificar la percepción de las sensaciones a cada paso, atento a cada relieve, a cada gesto, a cada cambio, a cada mirada…, sí, a cada mirada, que se siente y percibe mejor descalzo.Además, sin pretenderlo, no haces ruido, porque estás completamente orientado a escuchar: lo que se oye y lo que no. Tampoco dejas barro ni polvo del camino que te ha traído, solo el aprendizaje de los pasos hasta llegar.Descalzo de juicios puedes abrirte a intuiciones para acoger y abrazar prudencias del que te abre la puerta. Prudencias que se...